ESTRADO DE LA
IMAGINACIÓN
Desde el estrado de la imaginación observan cautelosos el
desfile de hoy, 15 de Septiembre:
SAN ROMERO DE AMÉRICA:
observa sigiloso desde la corte celestial, acompañado de otros santos
mártires. Ya no ofician misas. La eternidad llegó junto a Jesucristo inmortal.
Eyacuría y jesuitas de la UCA, sonríen alegremente. Hecho está, dicen. Misión
Cumplida. La Patria Celestial espera a los salvadoreños de la diáspora.
Mártir Anastasio
Aquino quien estuvo presente en Zacateculuca en las gestas de 5, 14 y 21
activando a favor de la Independencia Centroamericana. Les dice HASTA LA
VICTORIA SIEMPRE. Socialismo eterno.
Gerardo Barrios
con su ejército valiente, dice, Ya no necesitan armas, hoy con sus mentes
pulidas saldrán adelante. Las armas están en tu corazón. Disuelvan el ejército
como Costa Rica.
Manuel José Arce, primer presidente de CENTROAMÉRICA les
gritas desde el cielo: Disuelvan los ejércitos de CA. Ya no son necesarios. Hoy
los que tienen inteligencia y tecnología salen adelante. El orden mundial
cambio. Gentes Buenas. Cosmo Visión Mundial. A salvar la Tierra .
NOCHE LIBRE, HOY, en SAN PEDRO
NONUALCO, 14 SEPTEMBER 2018.
Con corvo llegan al
pueblo, San Pedro Nonualco. De los
cantones llegan los campesinos a celebrar. Se pueden emborrachar. Autoridad no
les sancionará. Muestran sus corvos desnudos. Regresan a sus lugares ya noche a
esperar el día a celebrar: La independencia de Centroamérica de Españá. Es
Víspera del 15. LIBERTAD. En la Alcaldía y sus alrededores ríen, chistan y se
sienten valientes de su patria.
¡Libertad¿ … ¡Libertad¡ Dios, Unión … ¡Un Sueño hecho realidad. Patria
Libre de España.
VÍSPERA CRISTINA: los fieles pasaban la noche del sábado al
domingo celebrando los santos misterios, participando de ellos cantando salmos,
oyendo lecturas e instrucciones piadosas y permaneciendo reunidos hasta la
salida del sol, que era para su religión la hora de la ¨resurrección de
Jesucristo¨. Este modo de celebrar las vísperas. En San Pedro Nonualco se
celebra la víspera de la independencia con corvos desnudos, corvos sudorosos de
su labor agrícola.
La gesta histórica, impulsada por hombres y mujeres
comprometidos con la libertad hace casi dos siglos, es conmemorada por los
salvadoreños y salvadoreñas con una fiesta cívica.
El Salvador conmemoró este 15 de septiembre 195 años de su
independencia a lo largo y ancho del territorio nacional, y más allá de sus
fronteras, con una serie de actos a los cuales se ha sumado el presidente
Salvador Sánchez Cerén y funcionarios del gabinete de Gobierno.
Los actos principales se han concentrado en la capital, San
Salvador, en donde se desarrollan los tradicionales desfiles: militar, en donde
la Fuerza Armada de El Salvador rinde homenaje a la patria, y estudiantil, en
el que participan centros distintos centros educativos.
A estos desfiles se ha sumado por primera vez un bloque de
instituciones ligadas al Plan El Salvador Seguro, el principal esfuerzo de
nación para combatir la inseguridad en el país con una firme apuesta a la
prevención.
Los desfiles marcharon hacia el Estadio Nacional Jorge “El
Mágico” González, en donde se desarrolló una fiesta cívica multitudinaria
inaugurada por el presidente Sánchez Cerén, quien hizo entrega de la Llama de
la Paz y la Libertad a la atleta Celina Marquez, destacada en la disciplina de
natación, quien fue la encargada de encender el pebetero con el fuego
simbólico.
La fiesta se ha engalanado con numerosas muestras artísticas
propias de la identidad salvadoreña y centroamericana. Además, las fuerzas
militares realizan demostraciones de sus destrezas.
Recordó el legado de hombres como José Matías Delgado,
Nicolás y Manuel Aguilar, Manuel José Arce y José Simeón Cañas, y de mujeres
destacadas en la lucha independentista: Manuela Miranda, Manuela Antonia Arce
de Lara, María Felipa Aranzamendi y María Feliciana de los Ángeles Miranda.
“El mes de la patria, el mes de la Independencia, nos invita
a buscar juntos la reconciliación y la paz, pues somos hermanos, hijos de una
misma tierra que nos ha visto nacer y crecer”, dijo el mandatario.
Los Estados del istmo de Panamá hasta Guatemala formarán quizás
una asociación. Esta magnífica posición entre los dos grandes mares, podrá ser
con el tiempo el emporio del universo. Sus canales acortarán las distancias del
mundo: estrecharán los lazos comerciales de Europa, América y Asia; traerán a
tan feliz región los tributos de las cuatro partes del globo. ¡Acaso sólo allí
podrá fijarse algún día la capital de la tierra! Como pretendió Constantino que
fuese Bizancio la del antiguo hemisferio”.
Con este fragmento de la Carta de Jamaica, Simón Bolívar imaginó
el destino de Centroamérica hace poco más de doscientos años. En 1824 su
predicción parecía hacerse realidad con el nacimiento de la República Federal
de Centroamérica. Sin embargo, en tan solo dos décadas las pugnas internas y la
falta de visión de la clase gobernante hicieron naufragar el proyecto. La
inestabilidad que vendría posteriormente hizo que la región fuera el caldo de
cultivo para toda clase de conflictos, comenzando con las guerras civiles del
siglo XIX y, siguiendo con las terribles secuelas locales de la Guerra Fría en
el siglo XX. La llegada del siglo XXI trajo con sigo una transición más o menos
ordenada hacia la democracia en todos nuestros países. Esto no ha sido
suficiente. Aún sin guerra, la región se posiciona como la más violenta del
mundo. Los indicadores de pobreza y desigualdad también nos ponen en la cola
global. El fragmentado modelo territorial y político ha sido un factor
determinante para dar cuerpo a esta catástrofe.
Anhelar una Centroamérica unida no es un mero asunto de
nostalgia por un viejo proyecto fallido. Se trata de una oportunidad histórica
para construir juntos un nuevo modelo de desarrollo y convivencia orientado
hacia el futuro. La reciente Unión Aduanera entre Guatemala, Honduras y El Salvador
es un ejemplo clarísimo del potencial de la integración para promover el
crecimiento económico, aumentar la competitividad y crear oportunidades a gran
escala. La evidencia práctica nos invita a reflexionar sobre lo que podríamos
lograr si conjuntamos los inmensos recursos naturales, el riquísimo acervo
cultural y, el esfuerzo de cuarenta millones de centroamericanos honestos y
trabajadores.
Celebramos hoy un nuevo 15 de setiembre, prácticamente a las
puertas del bicentenario de la Independencia. Aprovechemos el ánimo de fiesta
para manifestar públicamente nuestro apoyo a la creación de la República
Federal de Centroamérica. Muy importantes son los símbolos, como puede ser una
bandera o un himno. Pero los símbolos no son nada si no se alimentan de acciones
y realidades. Desde nuestro rol de ciudadanos debemos hacer un esfuerzo
personal para informarnos mejor sobre nuestra historia y actualidad común,
visitar activamente los distintos rincones de nuestro territorio, y ante todo
aprovechar cualquier oportunidad para promover el intercambio comercial,
académico y cultural con nuestros hermanos centroamericanos. Si así procedemos,
no tendremos que esperar demasiado para ser testigos del inevitable destino que
El Libertador predijo para nuestra patria.
¡Feliz Día de la
Independencia Centroamericana!
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